jueves, 5 de agosto de 2010

Los precios y el poder adquisitivo

Por Héctor Farina Ojeda

El comportamiento general de los precios de los productos y servicios que componen la canasta básica en México se ha mantenido estable hasta ahora, con aumentos más moderados de lo que se esperaba a principios de año cuando se produjo el incremento de impuestos como el IVA y el impuesto sobre la renta (ISR).

En este sentido, la inflación –entendida como el aumento del nivel general de precios- en la primera quincena de julio se ubicó en 3.7%: esta cifra es más baja que la esperada a estas alturas del año, pero, no obstante, es la quinta más alta entre los 32 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que tiene un promedio de 1.5% de inflación.

Para establecer una comparación, debemos tomar como referencia lo que ocurrió en años anteriores: en 2008 la suba general de precios fue de 6.5%; en 2009 fue de 3.5% y ahora estamos en 3.7%. El pronóstico para este año era que los precios se incrementen más del 5%, pero ahora se espera que al finalizar 2010 la cifra quede en menos de 4%.

Estos números indican que si bien existe una suba de precios en lo que va del año, no es tan considerable como lo que se temía a principios de año, y esto se debe a varios factores. En principio, el consumo interno sigue bajo y la gente no ha mejorado su capacidad de compra, por lo que si se aumenta los precios, las ventas caen porque la gente deja de comprar. A esto también contribuye una reducción de los costos de los productos agrícolas a nivel internacional.

Pero, en este contexto, la gran duda que siempre tiene el ciudadano es ¿por qué si los indicadores dicen que los precios apenas suben existe la sensación de que todo es más caro y cada vez se puede comprar menos?

Hay varios elementos que debemos considerar para tratar de responder a esta pregunta. En primer lugar, la inflación medida por el Banco de México se hace tomando como referencia los productos y servicios básicos más consumidos por la población, de manera que se consideran tanto los que incrementan sus costos, así como los que disminuyen. De ahí sale el promedio general que se da a conocer. Esto explica por qué a veces los datos generales de la inflación dicen que no hubo suba, pero en nuestras compras diarias vemos que hay incrementos notables en algunos productos.

Pero el dato más importante que explica por qué todo es caro es el de los salarios: mientras que los precios se han disparado en los últimos años, los salarios no. De acuerdo a un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, entre el 2006 y abril de 2010 hubo un incremento de 93 por ciento en la canasta alimenticia recomendable, pues pasó de 80.8 a 156.7 pesos, en tanto el salario mínimo aumentó 17%, sin considerar los ajustes de los precios del gas doméstico, renta y otros. Es decir, el poder de compra disminuyó 47%.

La caída de los salarios reales y del poder adquisitivo se agudizó en los dos últimos años por la crisis de la economía y la pérdida de los empleos. Por eso cada vez cuesta más adquirir los productos básicos.

Con un salario mínimo de 57.4 pesos diarios y el costo de una canasta de 156.7 pesos, sólo se puede comprar el 36.6 por ciento de dicha canasta.

En tanto ahora, en México hay una recuperación importante de los empleos, pero no se han recuperado los salarios.

Tenemos que prepararnos para un aumento en algunos precios en el segundo semestre del año, sobre todo en cuanto a servicios como el transporte –por el incremento sostenido en las gasolinas- así como en algunos productos afectados por el transporte, como las frutas y las verduras.

Algo recomendable, básico y muy útil, pero que rara vez hacemos, es planificar minuciosamente nuestros gastos: trazar nuestro mapa de compras en el que se detallen las prioridades a ser adquiridas, así como los sitios donde los precios son más baratos. Hay que pensar en que las compras en mayor volumen pueden ser más rentables que las pequeñas realizadas todos los días. (1)

Una mejor administración de nuestros recursos, una planificación de gastos y una inversión pensando en el futuro, son importantes para este momento en el que la economía se está recuperando, pero los salarios todavía son bajos e insuficientes.

Comentario económico realizado en el Noticiero de Red Radio Universidad de Guadalajara en Ocotlán, México.

(1) Un buen sitio para conocer los precios máximos y mínimos, por ciudades, es el de Profeco.

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