sábado, 17 de febrero de 2007

Capacitación profesional

Por Héctor Farina (*)

La poca preparación en general de los paraguayos con miras al mercado laboral no es una novedad: es más bien una constante que hemos venido arrastrando como uno de los males endémicos que ninguno de los gobiernos de turno hasta ahora ha tenido real intención de superar. No sólo soportamos el hecho de que no se generan suficientes empleos en el país y que los que existen son mayormente informales, sino que el sistema se sustenta sobre conceptos erróneos y sobre la falta de mecanismos accesibles de capacitación.

Tomemos el caso del sector industrial, el mismo sector que invocan los políticos para prometer empleo y crecimiento económico para todos. Las industrias de varios sectores, como la metalúrgica y la farmacéutica, tienen muchos problemas para conseguir mano de obra calificada. La razón es sencilla: es difícil conseguir personal que reúna los conocimientos requeridos para trabajos que implican formación especializada.

Como no encuentran personal capacitado, entonces tienen que formarlos en la práctica. Pero los empresarios ven esto como un gasto y no como una inversión, debido a que no existen mecanismos de deducción de impuestos que permitan capacitar a los trabajadores sin que ello represente un costo adicional. Es decir, los empresarios dicen que deben pagar para capacitar a sus trabajadores, pero luego siempre aparecen sus colegas “avivados” que esperan a que alguien corra con los gastos de la capacitación, para llevarse luego al trabajador ya preparado. Por eso se muestran reacios a capacitar, ya que nadie invertirá en un trabajador para que se pase a la competencia.

En primer término se nota una ausencia de las políticas de formación de profesionales, por un lado, y por el otro se nota que prevalece la avaricia empresarial antes que la responsabilidad social.Se necesitan políticas de incentivo que permitan la capacitación de los trabajadores sin que ello sea visto como “un lastre” por los empresarios o como una capacitación inalcanzable para la gente. Los ciudadanos tienen derecho a recibir formación especializada para trabajar, sin que ello represente quedar literalmente “en las manos” de sus patrones.

Es curioso que se requiere capacitación pero no se la incentiva, no se la paga, no se la valora… los empresarios siguen con el pensamiento erróneo de que se tiene mayor ganancia cuando se le paga menos al trabajador, cuando se logra un producto cualquiera pagando menos por su producción… todavía creen que mano de obra barata es la que les cobra menos….

El país necesita ciudadanos preparados, puestos de empleo bien pagados, y políticas de incentivo para tener acceso a la capacitación profesional. Es absurdo que habiendo tanta gente con necesidad de empleo, por un lado, no se pueda conseguir trabajadores capacitados, por el otro. Absurdo.

(*) Periodista.
http://www.vivaparaguay.com/

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