domingo, 9 de junio de 2013

Rotación de cerebros y visión económica

 
Por Héctor Farina Ojeda (*)
 
Una de las características fundamentales de la economía actual es que la generación de la riqueza se concentra en los sectores vinculados directamente al conocimiento, por lo que la capacitación de los recursos humanos de una nación se convierte en algo fundamental para el desarrollo. De ahí que las universidades, los centros de formación, los institutos tecnológicos y la educación de calidad en general se hayan vuelto tan determinantes a la hora de construir una economía competitiva. Y en este contexto, los especialistas, los expertos o los “cerebros” juegan un papel fundamental para hacer que la economía sea competitiva, innovadora y visionaria.
 
La fuga de cerebros ha sido desde hace décadas uno de los problemas complejos en América Latina, puesto que debido a la falta de promoción de nuestros talentos y de oportunidades laborales acordes con la formación, estos terminan emigrando a países más desarrollados, de manera que contribuyen al desarrollo de economías ajenas. Esto lo entendieron los taiwaneses a mediados del siglo pasado, cuando iniciaron un proceso de repatriación de sus cerebros con miras a potenciar la investigación y el desarrollo en el campo de la tecnología, lo que derivó en una economía sólida y de crecimiento constante.
 
Y aunque hoy en día ya no podemos pensar en la fuga de cerebros en la forma tradicional como se hacía antes, pues en un mundo intercomunicado y globalizado existen mecanismos de aprovechamiento de los recursos humanos asentados en otras latitudes, debemos asumir que nos encontramos en un proceso de atracción de talentos: países como Estados Unidos, Canadá, Singapur, India, Brasil o Chile compiten para atraer a ingenieros, científicos o talentos vinculados fundamentalmente a la tecnología. Esto nos habla de facilidades para la expedición de documentos, buenos salarios, potencial de crecimiento y muchos incentivos para asegurar que los que saben trabajen en proyectos que beneficien a una determinada nación.
 
Como contrapartida, los latinoamericanos seguimos invirtiendo muy poco en la educación, en ciencia y tecnología, y para colmo no hemos consolidado buenos ambientes de negocios para el campo de la innovación y la tecnología, por lo que los países más desarrollados tienen una gran ventaja para atraer y retener a los cerebros. Las iniciativas de Brasil y sobre todo de Chile en cuanto a ciencia y tecnología son muy interesantes para la región, pero todavía se encuentran muy lejos de países como Singapur, Corea del Sur o India. En tanto países como México, Venezuela, Colombia, Ecuador y Paraguay tienen no sólo una casi inexistente inversión en ciencia y tecnología, sino que han creado muy pocos campos para que los científicos se queden y puedan aplicar sus conocimientos.
 
En este contexto de difícil competencia por la atracción de los cerebros, más que en la fuga debemos pensar en la rotación de cerebros, es decir en el aprovechamiento de las oportunidades que generan los recursos humanos que van a estudiar o a trabajar a otros países más avanzados. En la era de la información y la economía del conocimiento, la distancia física ya no es una barrera para compartir experiencias y trabajar en la formación de generaciones más competitivas.
En el caso de Paraguay, la buena perspectiva económica para la siguiente década debería servir para financiar proyectos de formación de cerebros en las mejores universidades del mundo, así como el aprovechamiento de quienes hoy se encuentran en el exterior. Con una buena planificación a mediano y largo plazo se puede lograr que cerebros paraguayos en el exterior contribuyan a la formación de nuevas generaciones, así como a lograr que expertos  extranjeros vayan a Paraguay para trabajar en las universidades en la enseñanza de ciencia y tecnología.  
 
El momento económico es ideal para el inicio de un proceso de formación de los cerebros en el exterior, de aprovechamiento de los que están fuera, y de atracción de los profesionales que podrían contribuir a renovar la dirección económica, política y social del país.
 
(*) Periodista y profesor universitario
Desde Guadalajara, Jalisco, México

Publicado en "Estrategia", un suplemento especializado en economía y negocios, del Diario La Nación, de Paraguay. 

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