lunes, 18 de agosto de 2008

Acciones y resultados

Por Héctor Farina (*)

El nuevo amanecer para el Paraguay, signado por un histórico cambio de gobierno y la ruptura con 61 años de monopartidismo en el poder, dejó de ser una visión lejana y quimérica para convertirse en una realidad que recorrió el mundo. La esperanza de tener un país mejor y dejar atrás una historia doliente, de pobreza, corrupción y frustración, puede sentirse con fuerza en una ciudadanía que hoy festeja el fin de un ciclo y se apresta a iniciar otro. La duda que queda ahora es si al nuevo amanecer le corresponderá un nuevo Paraguay.

De la esperanza de un cambio de gobierno, ahora pasamos al momento de las obras, del trabajo y de la construcción del país que queremos. Y esto nos ubica frente a la necesidad de establecer los mecanismos mediante los cuales se consolidará el proceso de cambio que se inició con las elecciones que ungieron a Lugo como presidente de los paraguayos. Una primera precisión debería ser definir si se espera que el cambio venga de la mano del nuevo gobierno o si los ciudadanos acompañarán la tarea con acciones en busca de la mejoría que tanto se anhela. Esto nos llevará a ver qué tanto queremos cambiar los paraguayos y en qué medida realmente se quiere dejar de lado el legado de un modelo de pensamiento que durante años hizo creer a la gente que “así nomás luego tiene que ser”.

El cambio en el Paraguay se verá por medio de las acciones que tome el Gobierno y por los resultados concretos que se obtengan. Por los buenos números, por la honestidad y por la justicia. Por el respeto que inspire y por los beneficios que perciba la gente. En ese sentido, las acciones deben ser claras para establecer una política planificada para hacer crecer la economía, al mismo tiempo de procurar mayor equidad distributiva. Hasta ahora no se sabe con certeza cómo harán las autoridades para impulsar el crecimiento económico, atraer inversiones, generar empleos y darle mejores oportunidades a la gente. No se ha definido aun la manera en la que se combatirá la pobreza y de qué forma llegaremos a ser un país con menos exclusión. Todavía seguimos expectantes por ver las medidas que frenarán el exilio económico e incentivarán el retorno de los que tuvieron que irse.

El aspecto económico será fundamental para consolidar un proceso de cambio. Si la economía funciona bien y si hay mejores oportunidades de empleo y crecimiento, el respaldo de la gente le dará a Lugo la fortaleza necesaria para lidiar con los distintos partidos, facciones y grupos en las esferas de poder. De lo contrario, se corre el riesgo de repetir la historia que los mexicanos vivieron cuando Vicente Fox fue electo presidente y puso fin a 71 años de gobierno ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional (PRI): un crecimiento moderado inferior al 3% en el sexenio (2000-2006) le arrebató al gobierno el apoyo popular y se produjo un descontento en la gente, debido a que se esperaba mucho más de lo que finalmente se logró.

Las acciones y los resultados concretos que se tengan en el manejo de los entes públicos y en la seriedad de las instituciones son los que pintarán la línea que divida a una administración de otra. Serán los resultados en la Industria Nacional del Cemento (INC), en Petropar, Copaco, Ande y otras empresas estatales los que reflejarán si hemos mejorado. Se necesita lograr condiciones más justas para el país en cuanto a los recursos generados por las hidroeléctricas y en cuanto a la situación dentro de un Mercosur que representa más trabas que oportunidades.

La ciudadanía espera resultados concretos, como mayor seguridad y menos pobreza; más educación y mejores opciones para el desarrollo, para tener una vida digna. Y esos resultados serán el fruto de las acciones que el gobierno empezará a sembrar. El compromiso de los paraguayos hoy radica en velar para que las acciones que se tomen sean las correctas; y para ello debemos ser contralores críticos dentro del proceso de cambio. Los ciudadanos son los que deben marcar los márgenes del gobierno, exigir medidas y resultados, y colaborar con trabajo, honestidad y estudio. Ya pasó el tiempo de la esperanza, ahora mandan los resultados.

(*) Periodista
www.vivaparaguay.com

1 comentario:

GaGoLo dijo...

Solo pasando a saludar