domingo, 25 de noviembre de 2007

Los desafíos económicos

Por Héctor Farina (*)

Los problemas que afectan al desarrollo del Paraguay ya han sido harto debatidos, desde la falta de educación hasta la falta de crecimiento económico, pero todavía no se ha logrado traducir las discusiones y los discursos en hechos. Todavía se apunta a la mejoría pero se siguen manteniendo los mismos vicios y la misma estructura nefasta. Y todavía se cree que con un cambio de personas o de nombres se podrá mejorar, cuando la actitud sigue siendo la misma y no se desarrollan ni se cumplen políticas en busca de la tan mentada mejoría.

En el caso de la economía, ¿qué es aquello que falta hacer y que debemos exigir para que los resultados se reflejen en la sociedad? ¿Por dónde pasa el camino que nos llevará a disminuir la pobreza y crear más oportunidades de crecimiento y desarrollo? El primer paso, sin lugar a dudas, es el del saneamiento: no habrá probabilidades de mejorar nuestra economía si el país sigue dependiendo de una estructura corrompida y putrefacta, de un Gobierno saqueador que no busca el desarrollo sino el provecho personal de unos pocos sinvergüenzas.

La competitividad de las empresas y de la producción paraguaya es fundamental para aspirar a un crecimiento económico. En un mundo globalizado ya no se puede depender de una producción que no puede competir en precio y calidad con productos extranjeros, ya no se puede esperar que una medida estatal solucione la ineficacia y el atraso de las industrias, sino más bien el desafío está en lograr que lo que el Paraguay produzca sea de calidad y que pueda competir en el mercado internacional. Para ello se debe fomentar la competitividad y el Gobierno debe crear las condiciones para ello: promover la educación especializada, disminuir las cargas tributarias para los productores, construir rutas para facilitar la distribución, fomentar la inversión en tecnología y dar garantías jurídicas a los que quieren trabajar y generar empleos.

Y dentro de la necesidad de crecer y producir mejor, hay varios temas macro que nunca han sido atacados como se debe y que son fundamentales para tener condiciones de crecimiento. Uno de ellos es el tema energético: Paraguay es uno de los mayores productores de electricidad del mundo, pero esto no es aprovechado, al mismo tiempo que se sufre por la importación de combustibles derivados del petróleo. Un Gobierno serio debe tratar de renegociar el tema eléctrico con el Brasil, para lograr que el precio que se paga por la energía paraguaya que se “vende” sea justo y no una burla, así como se debe usar el potencial eléctrico del país para que las industrias paraguayas puedan tener energía a menor costo.

Y, desde luego, otro tema fundamental es el de negociar con firmeza la posición paraguaya dentro del Mercosur, ya que mientras sigamos siendo los convidados de piedra en un bloque regional donde Brasil traba las exportaciones paraguayas y asfixia nuestro comercio, donde la Argentina impide el paso e inventa impuestos para sacar del mercado a productos paraguayos, y donde sólo somos una parte nominal de un acuerdo que no nos beneficia, no podremos aspirar a atraer inversiones ni sacar provecho de un “mercado ampliado”. El Paraguay debe dejar en claro que si no respetan los acuerdos y los países grandes siguen ganando a costa de los pequeños, no se puede seguir negociando con el bloque y se debe buscar otro camino.

Si como país queremos mejorar, no podemos tolerar a ningún Gobierno que no se proponga atender en serio estos temas económicos, con políticas claras y planificaciones específicas. Se requiere de mucho trabajo, de capacitación y superación, de competitividad y de creación de oportunidades, pero ello debe ir acompañado de una exigencia firme a los gobernantes, para que generen las condiciones para el desarrollo.

(*) Periodista
http://www.vivaparaguay.com/

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