Por Héctor Farina (*)
La capacitación tecnológica es fundamental dentro del proceso educativo de cualquier país. De eso no hay ninguna duda y los países desarrollados lo comprenden a la perfección. Es por eso que invierten en educación y promueven la capacitación de los ciudadanos y el acceso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Formar ciudadanos preparados para comprender los esquemas de funcionamiento de una sociedad informacional y sobrevivir en un mundo competitivo y globalizado, es una tarea que el Gobierno debería tomar en serio dentro de sus planes educativos. Y para lograr una educación efectiva en ese sentido, los maestros deben ser los que orienten el proceso, los que nos indiquen cómo alfabetizarnos tecnológicamente.
Un hecho interesante en este contexto es el pedido que hicieron los docentes en el Cuarto Congreso Internacional de la Educación: capacitación en cuanto a tecnologías de la información y comunicación. Los maestros no pueden seguir con sus esquemas tradicionales de enseñanza ni puede haber una reforma educativa seria si no se corrige el problema de la falta de preparación y actualización de los docentes. Se ha dicho en el mencionado congreso que la educación informática en el Paraguay es “poco alentadora”. Y no puede ser de otra manera si tomamos en cuenta que apenas el 5% de la población tiene acceso a Internet, que los docentes no tienen la preparación necesaria, que existen miles de escuelas que no tienen computadoras y que los gobiernos no se han preocupado por dar un apoyo decidido a la cuestión tecnológica.
El uso de las tecnologías de la información, como Internet, es hoy fundamental en el proceso de aprendizaje. Los alumnos no pueden seguir siendo educados bajo esquemas obsoletos que no contemplen su capacitación tecnológica, pues esto representa quedar rezagados y marginados. Una sola mirada a los países de la región será suficiente para que notemos que corremos con desventajas y que necesitamos dar pasos más firmes y rápidos si no queremos quedar en el atraso digital. Es por ello que los docentes deben ser capacitados en forma rápida y constante, de manera que los conocimientos puedan ser transferidos a miles de alumnos que necesitan instrucción.
El Gobierno no puede estar ajeno a esta situación y debe tomar medidas efectivas para mejorar la calidad educativa en las escuelas y los centros de enseñanza. Un primer paso es romper la barrera del acceso, facilitando a los ciudadanos la conexión a Internet. No se podrá avanzar en la instrucción de nuevas tecnologías si se mantiene un monopolio en el acceso a Internet que encarece los costos y excluye a la mayor parte de la población. Se debería apuntar a la inclusión, a que el acceso a Internet sea fácil, barato y que tenga un alcance nacional, de manera que no haya escuelas ni sectores olvidados que no se integren al mundo digital.
Para reformar la reforma educativa, el Ministerio de Educación debe promover una campaña de capacitación tecnológica de los docentes, pues ellos son los guías de los alumnos que necesitan educación. No podemos dejar a los niños y jóvenes crecer huérfanos de tutores en el uso de las nuevas tecnologías, pues eso sería como condenarlos al abandono, la ignorancia y el fetichismo tecnológico en el que prevalece lo superficial sobre lo educativo. Tenemos que invertir más y mejor en la educación, en infraestructura tecnológica y en la formación de gente preparada. En un mundo vertiginoso, no podemos perder tiempo en adoptar medidas que favorezcan el aprendizaje y la incorporación de las tecnologías de la información, porque el atraso significa más pobreza y exclusión.
(*) Periodista
www.vivaparaguay.com
martes, 21 de octubre de 2008
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