domingo, 11 de mayo de 2008

Una bloguera y un sueño de libertad

Por Héctor Farina (*)

La prohibición impuesta a la bloguera cubana Yoani Sánchez, quien por falta de “permiso” del gobierno cubano no pudo salir de la isla para recibir un importante premio en España, es un síntoma recurrente que confirma y reafirma que la libertad no es un valor respetado en el revolucionario país caribeño. No hay libertad de expresión, no hay prensa independiente, no se puede protestar y ni siquiera se puede salir del país en busca de oportunidades o de una vida libre.

Yoani ganó recientemente el prestigioso premio José Ortega y Gasset, en la categoría de Periodismo Digital, por el simple hecho de contar cosas cotidianas en un blog, en una de esas bitácoras en el ciberespacio que tan populares se han vuelto. Escribir en un blog hoy en día parece simple, pero se convierte en una tarea valiente y casi heroica cuando se escribe desde un país en donde el acceso a Internet está restringido, donde no hay libertad de expresión ni de prensa y en donde cualquier indicio de protesta o levantamiento de la voz puede transformarse en un cambio forzado de residencia, pasando a convertirse en uno más de tantos disidentes encarcelados o engrosando las filas de los periodistas presos por haber cometido el delito de expresarse o intentar hacerlo. Dicen que son 25 los periodistas encarcelados actualmente, aunque nunca podremos medir con certeza la cantidad de voces encarceladas y acalladas por la censura y el miedo.

Generación Y (http://www.desdecuba.com/generaciony/) es un blog que significa mucho más que un conjunto de vivencias expresadas por una ciudadana. Es una puerta abierta en busca de la libertad, un intento de expresar aquello que se mantiene reprimido, una voz que viaja por el ciberespacio tratando de ser escuchada. En un país en el que “los periodistas están encerrados tras las rejas y privados de la palabra”, al mismo tiempo que todo un pueblo se encuentra indefenso ante un Estado tirano que controla la vida de las personas y las mantiene confinadas en su misma patria, contar pequeñas cosas en un blog es una forma de expresión ciudadana que le devuelve a las personas su derecho a hablar, aunque sea desde la clandestinidad y el anonimato.

Luego de haber soportado tantas dictaduras en América Latina, tanta represión, silencio y muerte, resulta demasiado doloroso comprobar que todavía se mantiene una opresión irracional que no respeta los más elementales derechos humanos. Desde la derecha o desde la izquierda, desde el centro o desde la hibridez ideológica, siempre será cruel que nos roben nuestra libertad y nos impidan hablar, que nos mantengan cautivos y condenados a hacer lo que nos obligan, sin la posibilidad de elegir y vivir la vida que queremos.

Es una buena señal que un blog donde se habla de cosas como el pan del “racionamiento” –una muestra de cómo no sólo se controla de la boca para afuera, sino también de la boca para adentro-, de la burocracia que impide salir a los cubanos del país, entre otros temas muy humanos, se haya convertido en un foro en el que la participación es el hecho más llamativo, con miles de comentarios por día y más de un millón de visitas por mes al sitio.

El sueño de libertad de la gente que quiere expresarse y vivir su propia vida es más que válido. Y no es justo que se sigan manteniendo sistemas opresivos en donde la gente no tiene más que el derecho de acatar lo que se impone desde el Gobierno. No cabe duda de que cualquier gobierno en el mundo que quiera ser justo tiene que respetar los derechos de los ciudadanos, comenzando por derechos humanos fundamentales como la libertad, tanto física como de palabra. Ante las esperanzas de apertura en Cuba, la pregunta que queda es ¿por cuánto tiempo más la libertad será sólo un sueño y no una realidad? La historia nos lo dirá.

(*) Periodista
http://www.vivaparaguay.com/

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