domingo, 14 de octubre de 2007

El previsible caos energético

Por Héctor Farina (*)

El problema desatado con el desabastecimiento del gasoil en el Paraguay era algo ciertamente previsible, dada la falta de una política energética, el mal manejo de los recursos y la total dependencia que se tiene de los proveedores de combustibles. No existe en el país una política destinada a asegurar el abastecimiento, sino que se depende de un ente carcomido por la corrupción como Petropar, que, mal administrado, sobrevive lleno de deudas y pérdidas.

No hay política de combustibles, se mantiene un monopolio en la importación del gasoil, se subsidia el precio y se tienen pérdidas, pero se beneficia a los autos de lujo y no a los productores; se administra mal la empresa estatal, se depende totalmente de proveedores extranjeros, a los que no se paga en forma por el mal uso de los recursos, por corrupción o negligencia.... Y todavía la gente se sorprende cuando falta el gasoil en las estaciones de servicio.... ¿Qué otra cosa se podría esperar de un caos como este?

Hablamos de un país con recursos energéticos, pero sin rumbo. Un país que se acostumbró a depender de lo que los otros pueden venderle, pero no aprendió a tener administraciones serias y reglas claras que limiten los posibles conflictos y problemas como el desabastecimiento. Pasa lo mismo con el gas, que se importa y se revende alegremente, pero cada tanto surgen imprevistos que amenazan la provisión del país, porque no hay reservas, ni planificación, ni negociaciones seguras.

Los ingenuos creyeron que el problema del gasoil se solucionaría cuando PDVSA, el buque insignia de los petrodólares chavistas, se convirtió en proveedor del 70% de todo lo importado por Petropar. Y hasta querían importar el 100% del diésel sólo de esta empresa, con lo que el país hubiera quedado atado totalmente a una sola empresa extranjera y ni siquiera se hubiera podido respirar con las migajas de combustible que ahora llegan de la otra proveedora, de la que se compra el 30% del diesel... Deberían tener claro que ni el petróleo con olor a izquierda ni el de corte imperialista son amistosos, sino puro negocio.

Mientras el país sigue dando a precio regalado su energía eléctrica al Brasil, los proveedores internacionales tienen en un puño al Paraguay, controlando a su antojo la provisión de diesel y gas, ante la actitud negligente y corrupta de las autoridades paraguayas. Recuerdo que en el 2003 echaron a Zayas de la presidencia de Petropar por supuestamente poner en riesgo el abastecimiento del país, cuando se enfrentó al "cartel" de los proveedores, mientras que ahora, con un país desabastecido y en crisis, el Gobierno mantiene a Takahashi al frente de la petrolera, dejándolo que mienta y confunda a la gente todos los días....

El Paraguay pierde miles de millones de dólares por regalar su energía eléctrica, pero sufre por la corrupción y los malos manejos que hacen que no pueda pagar a sus proveedores de diesel cantidades mucho menores... Si se sigue subsidiando a los autos lujosos, mientras se perjudica a los productores, si se mantiene un monopolio negligente y se vive colgado de la “benevolencia” de proveedores que no son amigos, el caos tenderá a mantenerse y las crisis no tardarán en volver a presentarse. Si no se corrigen estos problemas, empezando por la corrupción interna, no se puede aspirar a mucho. Hay que aprender a negociar mejor, recuperar lo que le corresponde al Paraguay en cuanto a energía eléctrica, invertir en el desarrollo de combustibles alternativos como el etanol y el biodiesel, y establecer estrategias y negociaciones claras para no volver a caer en el caos del desabastecimiento.

(*) Periodista
http://www.vivaparaguay.com/

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