martes, 13 de enero de 2009

Sobre el trabajo y la creatividad


Por Héctor Farina (*)

El inicio del año 2009 nos sorprende en medio de una crisis económica mundial que amenaza a nuestro empleo y a nuestras perspectivas de desarrollo como país. Las estimaciones de un menor crecimiento en la economía, la pérdida de empleo de los compatriotas que trabajan en el exterior y la consecuente caída de las remesas, así como la inestabilidad de los precios y las noticias poco alentadoras que llegan todos los días, hacen que la atención que tenemos en la crisis se concentre en lo funesto, en el temor a los efectos perniciosos. Ciertamente, una crisis global es para preocuparse, pero no para dejarse sumir en el fatalismo o el pesimismo, y como consecuencia de ello, en la inacción. Al contrario, lo que se requiere es trabajo.

La historia nos demuestra que los grandes cambios se dieron luego de las grandes crisis. Eso lo pueden decir los japoneses, que tras la Segunda Guerra Mundial, que destrozó el país, iniciaron un proceso creativo que terminó por convertir a Japón en una de las potencias mundiales. Ejemplos como este hay muchos, pero la gran pregunta que debemos hacernos es ¿cómo enfrentaremos a la crisis? El reto que tenemos que asumir es el de ser creativos y buscar opciones que nos ayuden no sólo a soportar la tormenta sino a crear nuestro propio modelo de desarrollo, a construir nuestro propio camino. Finlandia tuvo creatividad al apostar fuerte por la inversión en ciencia y tecnología durante la peor crisis económica de su historia. Y el resultado fue un país con uno de los mejores niveles de calidad de vida del mundo.

No cabe duda de que en el Paraguay necesitamos empleos, pero también tenemos un país por construir. El rezago en infraestructura, en educación y en miles de obras que nos hacen falta, debe dejar de ser una condena para convertirse en un desafío: empezar a trabajar en la construcción de todo aquello que necesitamos. Lo primero que necesitamos es una definición de parte del Gobierno, un plan serio para hacer crecer la economía y para trazar las tareas fundamentales que se impulsarán para contrarrestar los efectos de una crisis cuyos efectos negativos ya se sienten. No saldremos bien parados si se asume la misma postura de gobiernos anteriores que se limitaron a poner parches y esperar que pase la tormenta, para luego depender de las recuperaciones ajenas y no del dinamismo propio.

La hoja de ruta que Lugo y sus colaboradores preparan será fundamental para conocer el rumbo económico que tomará el país, así como para saber qué podemos esperar de parte del Estado. Es importante saber qué obras de infraestructura impulsará el Gobierno, a qué sectores destinará mayores inversiones y qué estrategia tendrá para evitar que el desempleo crezca. El país necesita construir muchas rutas para disminuir el costo del transporte y ayudar así a mejorar la competitividad de nuestros productos, con lo que de paso también se generarían muchos empleos. Pero no sólo nuestra economía y nuestras empresas deben ser competitivas, sino que necesitamos gente competitiva que sostenga todo lo demás. Y por eso debemos apuntar a la formación de recursos humanos con miras al país que queremos tener.

En tiempos de crisis tenemos que asumir posturas firmes. Tenemos que ser más exigentes con nuestras autoridades, pero al mismo tiempo debemos poner a prueba nuestra creatividad y buscar opciones para hacerle frente a la coyuntura actual. Los ciudadanos podemos tomar actitudes que nos lleven a mejorar nuestra condición de vida y nuestra sociedad. Es hora de cuestionarnos seriamente qué es lo que queremos, y luego empezar a proponer, a construir y a crear.

(*) Periodista. Master en Ciencias Sociales
wwww.vivaparaguay.com

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