Aquí le presentamos los comentarios realizados por la Dra Gabriela Gómez, miembro del jurado:
Es un gran placer para mí estar aquí este día y participar en el cierre de un ciclo importante para Héctor.
Decidí que en esta ocasión, en vez de concentrarme en ofrecer una crítica sobre la tesis que hoy nos ocupa y expresar mis observaciones sobre la misma, sus grandes aciertos y sus fallas, sería pertinente que mis comentarios giraran primordialmente en lo que considero es el aprendizaje mayor para Farina: su incursión como investigador de lo social. Hablar un poco sobre su proceso de deconstrucción de saberes y prácticas profesionales anteriores y su formación como investigador.
Héctor Farina, llegó a esta Maestría luego de dejar su país natal, Paraguay, para asumir el riesgo de aventurarse a iniciar una vida nueva en México, y comenzar e irrumpir en un área que era ajena para él.
En su país, Héctor había estudiado y aprendido a ejercer el periodismo siendo un especialista del sector financiero. Aprendió a moverse, según lo que cuenta, en un campo que es conocido por alguno de nosotros, pero que sin embargo, no hemos practicado: el periodismo.
Héctor se ganó en su país, un respeto y reconocimiento por su labor. Luego de algunos años en el medio periodístico, llegó lo que para muchos periodistas sería un sueño: le ofrecieron un aumento de salario considerable, y sobre todo, una mayor proyección en el periódico en el que laboraba. Aún así decidió venir a esta tierra y conocer su gente que, como él dice, es muy parecida y familiar para él. Decidió por arriesgarse y aprender cosas nuevas. Quizá para encontrar su verdadera vocación.
Evidentemente, hay una conexión entre su pasado profesional y su tema de tesis e intereses. Sin embargo, aprendió que no es lo mismo investigar para cubrir una información periodística o realizar un reportaje, que realizar investigación y producir conocimiento de índole científico. Tampoco es lo mismo escribir para un periódico que escribir un artículo o un reporte académico.
Durante los meses en que definía su planteamiento de investigación, su marco teórico, su metodología, etcétera, se movía como alguien que estaba deseoso de aprender, al que le costaba desprenderse de sus saberes o por qué no, vicios, así como de las maneras de obtener información como cuando era periodista. Le costaba también escribir para otros lectores. En el periodismo estaba acostumbrado a que la información que obtenía se publicaba al día siguiente, o a la semana quizá. Pero en la investigación científica, para que llegara el día en que compartiría los resultados de su estudio llevaría poco más de dos años.
Afortunadamente en el periodismo aprendió a escribir. Eso lo agradecemos como lectores, pues en su tesis encontramos una escritura fresca y fluida. Logró lo que a los académicos nos cuesta mucho a veces conseguir. Atrapar al lector. Hay mucho que retribuirle a su experiencia laboral.
Considero que en las investigaciones que cada uno de nosotros realizamos, manifestamos intereses y preocupaciones que dejan ver lo que somos como personas. Nos hacemos visibles del cómo somos.
En este tenor, desde la advertencia, al inicio de su documento, Farina nos alerta que no será una tesis común y corriente. Todo su trabajo es un documento de su proceso, de sus dudas teóricas y metodológicas, de sus aciertos, de sus fallas, de sus inquietudes. Así mismo, está impregnado de su pasado periodístico especializado en el área de finanzas, ya que el texto está cargado de ejemplos sobre ese sector. Y también está colmado de las enseñanzas de su director de tesis.
Por tanto, considero que la mayor riqueza del trabajo de Farina, además de los ricos resultados que presenta, es que constituye un documento sobre el proceso de construcción de un objeto de investigación al que seguramente deberán consultar estudiantes de posgrado.
¿Para qué debe servir entonces una tesis de maestría si no es para aprender a hacer investigación y compartir las enseñanzas?
Ahora, sobre el tema de la tesis "Los lectores y su interactividad con el periodismo en línea. Un estudio cualitativo de cinco casos" constituye un área que en México no había sido abordado. En este sentido, es un estudio cualitativo pionero. Ahí otra de sus riquezas pues una de las dificultades que se encontró Farina precisamente, es la carencia de estudios empíricos así como de bibliografía. Como hemos leído, la mayor parte de los autores que cita son españoles.
Considero además, que el trabajo posee una muy buena apropiación teórico- conceptual. Uno de los conceptos a los que Farina más se enfrentó durante el desarrollo de su tesis fue el de interactividad. Y finalmente supo encontrar una definición sólida y delimitarla para su estudio.
En cuanto a su metodología y sus cinco casos de estudio que como él mismo afirma no son generalizables, me hubiera gustado mucho más que encontrara un grupo más heterogéneo, pues los sujetos estudiados tienen un nivel educativo similar, todos con licenciatura y otros hasta maestría: cuentan, además, con ciertas competencias y/o conocimientos tecnológicos que la mayoría de los sujetos, incluso los que utilizamos Internet, desconocemos. ¿Cómo es que ellos llegaron a conocer tal cantidad y uso de las herramientas? ¿Cómo adquirieron esas competencias? Sé que no era el objetivo responder estas interrogantes. No obstante, considero que todavía hoy existen muchas lagunas y falta de competencia para el uso de esas herramientas. Desconocimiento, no saber cómo utilizarlas y la funcionalidad de cada una también afectan los usos y apropiación de las TICS y las herramientas que ofrecen.
Además, la gran mayoría de los medios en línea en México carecen de herramientas interactivas avanzadas.
Hay mucho qué indagar, como bien apunta Farina. El estudio constituye un avance para conocer cómo son los usos y apropiación de herramientas que se ofrecen en Internet para buscar y archivar información tanto en periódicos en línea como en buscadores. El estudio deja ver que existe una conexión de lo cognitivo y/o la experiencia previa con el éxito para encontrar información.
Me llamó mucho la atención que todos los sujetos observados inician su rutina visitando sitios de diarios en línea de la comunidad a la que pertenecen y que muchas de las búsquedas de información las marcan los mismos medios locales, estableciendo así una agenda setting en línea. Además de las necesidades de cada uno de los sujetos, tanto laborales, educativas, de investigación, etc. para realizar otras búsquedas.
Para concluir, considero que la tesis de Héctor Farina es un reflejo de su honestidad académica, de humildad y de querer hacer visible su trayecto como aprendiz de investigador, en un proceso que no fue fácil.
Farina ha sabido incorporar a la investigación científica sus experiencias y conocimientos como periodista. Su trabajo demuestra claramente, que supo desprenderte de la carrera por la exclusiva o las prisas por obtener información rápida. Aprendió seguramente que en la investigación científica no hay recetas. Que cada investigación tiene un proceso distinto, en un ir y venir constante a teorías y metodologías, y que requiere mucho rigor. Que es un proceso en el que para ver un producto, hay que esperar años. Que no es tan fácil opinar y emitir generalizaciones.
Esta tesis es un reflejo de esta simbiosis o fusión periodista-investigador. Ahora más investigador, que periodista. Considero que el periodismo de Paraguay perdió a un profesional y que la academia con gusto recibe a un investigador en potencia.
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