lunes, 26 de enero de 2009

Hacerle frente a la recesión

Por Héctor Farina (*)

En un informe reciente, la revista británica The Economist indica que México ha logrado aplicar una adecuada política anticíclica para hacerle frente a la crisis originada en los Estados Unidos, su vecino del norte y su principal socio comercial. Sin embargo, pese a los planes de rescate impulsados por el Gobierno mexicano, la publicación considera que dichas medidas no lograrán evitar una recesión, aunque sí limitarán sus efectos.

Ante la amenaza que representa una recesión en Estados Unidos, México dispuso una serie de medidas como la reducción de las tasas de interés de referencia por parte del Banco de México, y la aplicación de estímulos fiscales que constituyen una inyección de capital equivalente al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, que apunta a realizar inversiones en infraestructura, a extender la cobertura de servicios de salud y a generar trabajos temporales para combatir el desempleo. En total, la inversión del gobierno mexicano para intentar reactivar la economía ronda el 3% del PIB, con lo que se estima que se podrían salvar unos 150 mil puestos de empleo, pero aun así no se evitaría una recesión, según señala la revista británica.

Por otro lado, el presidente estadounidense, Barack Obama, apura un plan anticrisis por un monto de 825 mil millones de dólares, con miras a frenar el creciente deterioro de la economía que hoy se refleja en las tasas más altas de desempleo en los últimos 16 años y en una fuerte disminución de la actividad de sectores claves como el de la construcción. En este caso, aunque el presidente espera que su país emerja con mayor prosperidad, la realidad indica que no habrá una solución efectiva en el corto plazo y ello tendrá su impacto en la economía mundial, sobre todo en aquellos países que no han tomado las medidas pertinentes para hacerle frente a los efectos negativos de una recesión en el principal motor económico mundial.

El poco favorable panorama internacional ha puesto en alerta a los países de todo el mundo y cada uno debe tomar las medidas que considere necesarias para defender sus respectivas economías. En este contexto, una mirada al Paraguay indica que la reacción hasta ahora ha sido tibia y ello se nota en la incertidumbre de los gremios empresariales, a los que no convencen los anuncios realizados desde el Gobierno. La capacidad de reacción del Gobierno no sólo está en duda por la ineficacia operativa de la burocracia, sino que no se ve claridad en los proyectos de obras públicas que podrían dinamizar la economía y generar puestos de empleo. Se teme que no haya créditos suficientes y que las obras anunciadas se inicien cuando ya sea tarde, cuando la recesión ya sea más difícil de revertir.

Lo cierto en el Paraguay de hoy es que la tibia respuesta frente a la crisis pone en evidencia la poca capacidad de reacción tanto de las autoridades del Gobierno como de los mismos empresarios, que no se han puesto de acuerdo en las medidas que se deberían tomar para fortalecer la economía. Mientras el Gobierno reacciona lentamente haciendo anuncios, los empresarios muestran su escepticismo pero tampoco tienen la firmeza que se requiere para consensuar e impulsar acciones anticrisis. Los empresarios ya deberían haber consensuado con el Gobierno las acciones que consideran adecuadas, y no esperar que las autoridades hagan sus anuncios para manifestar su inconformidad luego.

Para hacerle frente a una recesión internacional como la que está en proceso se necesita mucho más que una actitud tibia y un conjunto de medidas de aplicación incierta. Como ejemplo tenemos el caso de México, que pese a haber hecho correctamente los deberes es probable que no pueda evitar la recesión de su economía. En Paraguay hasta ahora no hemos entrado en una recesión, aunque las proyecciones de decrecimiento de la economía indican que para allá vamos si es que no logramos articular medidas concretas que dinamicen el mercado, generen empleos y promuevan oportunidades. El Gobierno y los empresarios deben ponerse de acuerdo en las medidas que se aplicarán en corto plazo, para que luego no tengamos que sufrir los efectos negativos resultantes de no haber actuado en tiempo y en forma.

(*) Periodista. Master en Ciencias Sociales
www.vivaparaguay.com

No hay comentarios: